El viaje duró cerca de una hora y a la llegada visitamos un magnínico lugar, un lago de chocolate (no apto para diabéticos) rodeado de multitud de animales y plantas, era un lugar perfecto para llevar a cabo parte de nuestro vídeo y parte de nuestro mensaje esperanzador CAMBIAR EL MUNDO.
Durante el rodaje ocurrieron multitud de cosas, unas más dulces y otras, más agrias... sí, sí, agrias...
Nos disponíamos a grabar a un dulce pavo real
cuando en el intento de reconducirlo hasta la cámara un pavo se encaró a una dulce trufita, ¡quería comérsela!
Y así comenzó la persecución, el pavo agitó sus alas, abrió todo su plumaje en esplendor, y corrió hacia la pobre trufa!!!! Fueron momentos de tensión y risa para todos.
Poco a poco la tarde fue pasando y recorrimos la ciudad en busca de nuevos sitios e ideas para nuestro vídeo.
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