En un lugar de las trufas, de cuyo nombre no quiero acordarme, había un bollito solitario que decidió montar un blog para sentirse aceptado.
Nuestro risueño bollito fue a una pastelería para saciar su antojo de dulce, pero allí no vendían trufas (el lugar era muy cutre). Por ese motivo, nuestro simpático bollito prosiguió su marcha.
Y cuál fue su sorpresa, que por el camino se encontró con cinco trufitas que estaban muy tristes. Las pobres querían cambiar el mundo pero no sabían cómo.
De pronto a bollito se le ocurrió una fantástica idea y dijo:
¡¡¡ UNIROS A MI BLOG, Y JUNTOS CAMBIAREMOS EL MUNDO !!!
... porque granito a granito se hace la montaña ...
¡Qué original chicas! A cambiar el mundo a lo dulce, sí señor :D
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